Ensayo Scarleth Esmeralda Ilias Rodriguez

EVALUACION EDUCATIVA

ENSAYO

¿Qué es?

La evaluación del aprendizaje es un proceso  Formativo y Sumativo que permite formular juicios de valor, permitiendo realizar el respectivo plan de clases donde se especifica los objetivos generales de la clase y los objetivos específicos que se desean lograr en el salón de clases, seguidamente se les da a los alumnos una hoja detallada con sus respectivos puntos y la forma de evaluación durante todo el año escolar. Por lo que debe abarcar factores y elementos cuantitativos y cualitativos, partiendo de un diagnóstico continuo e incluir la participación de quienes intervienen en el contexto educativo, permite a nosotros los docentes detectar sus puntos débiles para poder corregirlos y tener un conocimiento cabal de cada uno de nuestros alumnos(as), es por ello que podemos reforzar a nuestros alumnos en sus puntos más débiles.

La evaluación es una oportunidad para aprender y darse cuenta de la transformación del sujeto como persona, generalmente, el acto de evaluar se ha asemejado al acto de examinar o medir, pero hay que anotar que son dos cosas completamente distintas aunque complementarias, al ser la exanimación un factor orientador en algunos aspectos del proceso evaluativo; en otras palabras, la evaluación puede llevar a la valoración del desempeño de nuestros educandos.

Aprender no es sólo adquirir nuevos conocimientos, también consiste en consolidar, reestructurar, eliminar… conceptos que ya tenemos. En cualquier caso, siempre conllevan un cambio en la estructura física del cerebro y con ello de su organización funcional, una modificación de los esquemas de conocimiento y de las estructuras cognitivas de quien aprende.

¿Cómo se desarrolla?

El estudiante aprende la mayor parte de las cosas de manera transitoria. Esta premisa es común en el aula de clase, sobre todo porque los estudiantes “aprenden” para un examen, no para la vida; cuando memorizamos, muchos de esos datos o informaciones las utilizamos en un momento dado, pero después de un tiempo las olvidamos, quizás porque no son representativas de nuestra realidad. La Evaluación en el salón de clases puede conceptualizarse como un proceso dinámico, continuo y sistemático, enfocado hacia los cambios de las conductas y rendimientos, mediante el cual verificamos los logros adquiridos en función de los objetivos propuestos, además  adquiere sentido en la medida que comprueba la eficacia y posibilita el perfeccionamiento de la acción docente.

Ocasiona una fuerte presión del docente para con los estudiantes, cuando se emplean pruebas escritas que no tienen como intención facilitar el aprendizaje, sino por el contrario, propiciar el fracaso estudiantil, y lo peor de todo, es que son pruebas elaboradas sin rigor para medir únicamente conocimientos y sin tener en cuenta que su fin último va encaminado a la formación. No significa lo anterior que los exámenes no deban hacerse, claro que son necesarios, pero no podemos continuar planteando pruebas tan teóricas, sin tener en cuenta aspectos relevantes para la formación de las personas como habilidades, destrezas y actitudes y menos aún, cuando nos hemos centrado en los resultados del proceso evaluativo.

Lo que destaca un elemento clave de la concepción actual de la evaluación: no evaluar por evaluar, si no la organización de las tareas y la transferencia a una más eficiente selección metodológica para lograr de esa manera una mejor enseñanza y un mejor aprendizaje ya que los alumnos ven una evaluación como una manera de autoevaluar sus conocimientos.

¿Dificultades que se presentan?

Esta concepción debe llevar a revisar la validez de algunas situaciones comúnmente utilizadas en la evaluación educativa, por ejemplo: el uso de criterios de ejecución promedio contra los que se comparan las ejecuciones individuales para dar un juicio de valor sobre ellas, como si las diferencias individuales no existieran; el uso de pruebas únicas o estandarizadas para evaluar personas o grupos diferentes y complejos, la exclusión de factores que deben ser tenidos en cuenta como el esfuerzo y la motivación del alumno y el recurso a la inferencia para encontrar soluciones que no fueron previamente aprendidas para los problemas propuestos. La evaluación en las escuelas —contra lo que se declara — sigue siendo preeminentemente memorística. Se tambalea, también, fuertemente, el principio tácitamente asumido por muchos docentes de “si un alumno pudo sacar diez y responder las preguntas, todos también podrían y deberían”, como si las diferencias entre ellos no debieran existir

La evaluación implica comparación entre los objetivos impuestos a una actividad intencional y los resultados que produce. Es preciso evaluar no solamente los resultados, sino los objetivos, las condiciones, los medios, el sistema pedagógico y los diferentes medios de su puesta en acción. Tenemos diferentes formas de evaluar a nuestros alumnos tareas, exámenes orales y escritos.

Algunas alternativas.

Se ha permitido que el alumno pueda expresar todas sus ideas en base a la clase y a las preguntas un poco más abiertas para que el niño pueda entender con más claridad lo que se le pregunta.

El aprendizaje es un proceso lento. Hemos tenido la creencia de que todo lo que nos enseñan lo aprendemos en ese momento, pero eso no es cierto, ya que el aprendizaje no se da de la noche a la mañana y para que ocurran los cambios o transformaciones en las conductas de las personas es necesario un tiempo prudente, por esto el aprendizaje es algo que ocurre durante toda la vida y va dándose a través de unos momentos o etapas.

El aprendizaje ocurre en condiciones favorables o no favorables. Hay condiciones positivas que promueven el aprendizaje, el entorno, los intereses particulares, las experiencias acumuladas, la relación de dichos aprendizajes con la realidad, pero hoy las ciencias cognitivas nos muestran que el aprendizaje no sólo se da en condiciones favorables, también sucede en condiciones no favorables. Se ha comprobado científicamente que el cerebro humano es capaz de aprender en situaciones extremas, como por ejemplo, con hambre o estrés. La mayor parte de los aprendizajes suceden en el inconsciente y de manera involuntaria.